Desde el punto de vista académico se entiende como algo cíclico y casi previsible: después de cada gran avance se produce una reacción buscando su retroceso. Ningún derecho tiene garantizada su existencia, y la igualdad es uno de ellos. Es un logro del feminismo que continúa su progreso en sociedades democráticas. Un derecho conquistado gracias a la firmeza y el esfuerzo de las que nos precedieron pero que corremos el riesgo de perder en cualquier momento si no estamos alerta.
Hoy trabajamos para garantizar y alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres, pero una vez más, el feminismo encara una ofensiva que pretende negar la desigualdad, además de retroceder en los avances conseguidos. Los discursos de la ultraderecha vuelven a amenazar nuestros derechos y de nuevo aspiran a controlar nuestras vidas y nuestros cuerpos.
En esta estrategia antifeminista se pretenden debilitar las políticas de igualdad y desmantelar los marcos legales que tantos años y esfuerzos han supuesto. Recordemos como, antes de la entrada en vigor de la Ley contra la Violencia de Género del 2004, lo habitual era entender la violencia machista como un asunto privado. El compromiso y trabajo continuo de concienciación en todas las esferas consiguió un pequeño cambio estructural, pero este aún no ha culminado.
Constantemente leemos y escuchamos, tanto en redes sociales como en ciertos medios de comunicación, mensajes machistas que buscan socavar no sólo los derechos que hemos conseguido a nivel legal, sino también los avances que han cambiado la visión de la sociedad sobre asuntos que tradicionalmente tenían un enfoque machista: las decisiones que tomamos sobre nuestros cuerpos, sobre las relaciones de pareja o sobre la maternidad, entre otras. Todo esto nos recuerda cuánto queda por hacer, al mismo tiempo que supone la constatación de lo necesario que es el feminismo.
Muchas hemos crecido sin apenas referentes, llegábamos a ellos a través de nuestra propia curiosidad y de un proceso de formación particular. Hoy las nuevas generaciones cuentan cada vez con más voces y medios para identificar y combatir los estereotipos. Al mismo tiempo, muchos jóvenes que han crecido viendo el auge del feminismo sienten éste como una amenaza, consecuencia inevitable ante los discursos reaccionarios.
Frente al crecimiento de las políticas regresivas, en Rivas siempre nos hemos preocupado por garantizar y avanzar en derechos. Nuestro programa recogía inexcusablemente nuestro compromiso con un mundo feminista y por seguir trabajando contra todo tipo de violencia contra las mujeres. Las administraciones públicas somos responsables de contribuir a fomentar la igualdad, así en Rivas trabajamos hace años de forma concienzuda para combatir las actitudes y discursos antifeministas. Desde el ayuntamiento hemos apostado por la formación de todo el personal facilitando las vías de comunicación entre los servicios municipales.
Rivas cuenta con el Taller del Aula Abierta Mujeres, el Consejo de Mujeres, y recursos para ofrecer un servicio de atención psicosocial especializada, además de un espacio feminista municipal como es la Casa Feminista. Todos son espacios de encuentro abiertos a todas las mujeres.
En 2023 se revisó y actualizó el Protocolo Local de Actuación contra las Violencias Machistas, una muestra de la coordinación de esfuerzos para afrontar este problema, al igual que contamos con un Punto Municipal de Violencia de Género desde 2005.
Se han desarrollado medidas con enfoque de género a nivel transversal en el conjunto de áreas de gobierno. Porque para ser una ciudad igualitaria es necesaria la implicación de toda la ciudadanía. En Rivas hemos implementado programas de atención municipal en los centros educativos, al mismo tiempo que el PAMCE recoge acciones que refuerzan y ahondan en la igualdad de derechos.
En definitiva, hemos trabajado y seguimos trabajando para hacer efectivas las políticas públicas por la igualdad, sin perder de vista la prevención y el trabajo de concienciación desde todos los ámbitos. Esto incluye la organización de monográficos, cine forums feminista, ‘Festival de Cine: palominas y feminismos’, el Festival de Humor Feminista o las diversas charlas y encuentros que se programan a lo largo del año.
Urge un feminismo fuerte ante la influencia de la ultraderecha, no podemos permitir que los discursos de odio paralicen los progresos que hemos conseguido en igualdad. Esto nos interpela a todas y todos, pues requiere de la implicación conjunta y del compromiso común para seguir construyendo un futuro en el que la igualdad real y efectiva sea una realidad. La lucha contra las violencias machistas ha sido y seguirá siendo una seña de identidad ripense.